Un brote preocupante de infecciones bacterianas agudas causadas por estreptococos hemolíticos está afectando a Japón, generando alarma en todo el país. Según informes recientes, las infecciones se están propagando a un ritmo alarmante en comparación con el año pasado, con una tasa de mortalidad que oscila entre el 30% y el 70%.
El Ministerio de Sanidad nipón ha intensificado sus esfuerzos de vigilancia para controlar la situación, investigando las cepas conocidas por su alta capacidad patogénica e infecciosa. El síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS) fue notificado por primera vez en Japón en 1992, y en 2023 se registraron 941 casos, superando el récord anterior de 894 en 2019.
Los casos han sido confirmados en 45 de las 47 prefecturas de Japón, lo que indica la magnitud del problema. Algunos expertos han relacionado la proliferación de casos con la flexibilización de las restricciones por la pandemia de coronavirus, señalando que las cepas de estreptococos del grupo A pueden causar diversas enfermedades graves.
Los casos graves representan un desafío para los profesionales de la salud, y se desconoce cómo se intensifican las infecciones. Se cree que los dolores de garganta entre los niños podrían contribuir al aumento de casos, además de la presencia de cepas conocidas por su alta patogenicidad.
Las medidas básicas de control de la infección son cruciales para prevenir la propagación, y el tratamiento de las infecciones se realiza con antibióticos. Los casos graves pueden requerir atención médica intensiva, por lo que es fundamental estar alerta ante cualquier síntoma y buscar atención médica de inmediato. Este brote está generando preocupación en todo el país y se espera que las autoridades tomen medidas adicionales para contener la situación.
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