Dado que ocho países comparten la Amazonía, el Banco Interamericano de Desarrollo quiere desempeñar un papel importante como organización «paraguas» que coordina proyectos relacionados con el clima en la selva tropical vulnerable.
Aumentar la participación de las instituciones financieras internacionales en la lucha contra el cambio climático será un tema clave en una cumbre organizada por el presidente francés Emmanuel Macron el jueves y viernes.
Brasil tiene tres quintas partes del Amazonas y su bosque se extiende por más de cinco millones de kilómetros (3,1 millones de millas), emite grandes cantidades de oxígeno y almacena dióxido de carbono.
El presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, se comprometió a hacer de la lucha contra la deforestación ilegal en la Amazonía una prioridad máxima y convertir a su país en un referente mundial de sostenibilidad.
Bolivia, Colombia, Ecuador, la Guayana Francesa, Perú, Surinam y Venezuela comparten el resto de la selva tropical, que se ha reducido en un 20 por ciento en los últimos 50 años, lo que ha dado lugar a una serie de programas de control de daños.
«La Amazonía no es un país», dijo a la AFP el presidente de la IADP, Ilan Goldfajn, en una entrevista.
«Hay muchas iniciativas, pero tenemos que tener una sinergia», dijo.
Goldfajn dijo que la región necesita un «programa paraguas» que reúna todas las diferentes iniciativas con el fin de lograr un mayor impacto.
“Necesitamos una integración que tenga en cuenta un enfoque holístico. Deforestación, biodiversidad y mejora de la economía de la Amazonía” de una manera sostenible que respete las necesidades de los empleos y las comunidades indígenas al tiempo que apoya la biodiversidad.
Goldfajan, exjefe del banco central brasileño y director del Hemisferio Occidental del FMI, dijo que trabajar juntos ayudaría a lograr la escala necesaria y el billón de dólares en financiamiento necesario para enfrentar los desafíos climáticos.
«¿Tenemos el dinero? Necesitamos ver cuánto más podemos obtener», dijo Goldfajn, «describiendo herramientas como canjes de crédito por naturaleza… intercambiar su deuda por recursos por una causa. Aquí, la naturaleza».
Sugirió que la ayuda y los subsidios del gobierno, «dinero que no necesita ser reembolsado», combinados con el financiamiento de su banco a tasas de interés reducidas, aliviarían la carga.
Al ofrecer zanahorias de condonación parcial de la deuda y tasas de interés favorables, el banco espera alentar la descarbonización en todas las economías de la región.
– Calidad sobre cantidad –
Fundado en 1959, el banco se ha convertido en un importante prestamista internacional a largo plazo en América Latina y el Caribe, desembolsando $14 mil millones en préstamos el año pasado.
La mayor parte se destinó a Argentina, Brasil y México, principalmente para proyectos de agua y energía y para impulsar el desarrollo comercial.
Goldfajn quiere que este proceso sea más eficiente y esté mejor orientado a proyectos que se alineen con los objetivos climáticos.
«Sí, miles de millones importan, pero lo que importa es lo que hacen estos miles de millones», dijo.
El banco ha intensificado la evaluación de la efectividad de los programas y apunta a ser más reactivo cuando golpean las crisis económicas o climáticas, como los recientes estragos de la sequía que han afectado en gran medida la agricultura local en Argentina y sus vecinos.
“Necesitamos concentrarnos en el impacto que estamos teniendo. No podemos pensar simplemente en cuántos dólares prestamos”, dijo Goldfajn, y agregó que el dinero prestado no necesariamente tiene el mayor impacto.
«¿A cuántas personas estamos llegando? Ese es el objetivo final», dijo el presidente del BID.
– Reservas de Litio –
Goldfjn también alentó a América Latina a atraer vastas reservas de litio, un material clave utilizado en la producción de baterías recargables para productos electrónicos, sobre todo para vehículos eléctricos.
La región alberga dos tercios de las reservas mundiales.
Esto, observó, le ha dado a América Latina una «ventaja comparativa para brindar energía limpia al mundo» al aumentar el transporte limpio y sostenible.
«Si aplicamos las políticas correctas, los enfoques correctos, creemos que seremos uno de los proveedores de minerales del futuro», dijo Goldfajn.
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