El príncipe Harry no fue tratado como un príncipe en la coronación del sábado porque fue relegado a los asientos más baratos mientras su hermano William ocupaba el centro del escenario.
Harry recibió menos que honores reales mientras él y el mundo observaban la coronación de su padre Carlos III en la Abadía de Westminster en Londres.
El duque de Sussex voló solo al evento tan esperado, dejando a su esposa Meghan Markle en su casa en Montecito en medio de las continuas tensiones entre ellos y la familia real.
Harry sonreía torpemente mientras se sentaba entre la multitud de espectadores tres filas atrás de donde su padre había sido coronado rey. En contraste, su hermano, el Príncipe William, se sentó al frente y al centro, disfrutando de las festividades con su esposa Kate.
Vestido con un traje negro tachonado con coloridos medallones, también se vio a Harry mezclándose con familiares después de llegar a la iglesia con las princesas Eugenie y Beatrice y sus esposos. Las interacciones de Harry con su familia parecían terminar con sus sonrisas y risitas obviamente falsas.
El Daily Mail dijo que Harry había sido invitado a almorzar en el Palacio de Buckingham después de la coronación, pero no estaba claro si había aceptado la invitación ya que tenía previsto volar de regreso a California con Meghan y su hijo Archie para celebrar su cuarto cumpleaños.
