Las tan esperadas lluvias llegaron a Catalunya durante el segundo fin de semana de marzo, en medio de una sequía que ha dejado los embalses al 15% de su capacidad. La previsión meteorológica anunciaba una nueva borrasca en el noroeste de España con precipitaciones generalizadas y abundantes, lo cual se cumplió a cabalidad.
Durante el fin de semana, todo el territorio catalán experimentó lluvias, especialmente en la mitad oriental, y se registraron nevadas intensas por encima de los 700 metros en el Pirineo. Se han reportado incidentes como un derrumbamiento en la salida 3 de la B-30 en Sant Cugat del Vallès, y un hundimiento de una embarcación en Port Ginesta con fuga de gasoil.
El sábado fue el día más lluvioso de los últimos seis meses en Catalunya, con precipitaciones distribuidas en todo el territorio, dejando hasta 100 litros en el Montseny y medio metro de nieve en el Pirineo. A raíz de las intensas nevadas, se reabrió la N-260 entre la Pobla de Segur y Baix Pallars tras el retiro de un desprendimiento de rocas, y las estaciones de esquí de fondo se han reactivado gracias a las grandes nevadas.
A pesar de no haber alertas por nevadas intensas, se prevén posibles precipitaciones este domingo en Catalunya, tras haber sido el día más lluvioso del 2024 el sábado. Los Bomberos de la Generalitat recibieron unos 250 avisos por el temporal de viento, lluvia y nieve, resolviendo inundaciones, caídas de árboles y vehículos atrapados por la nieve en varias zonas.
Todavía son necesarias las cadenas en siete carreteras de la red viaria de Catalunya debido a las condiciones climáticas adversas. La llegada de las lluvias es un respiro para la sequía que afecta a la región, aunque se mantienen las precauciones por posibles desprendimientos y problemas en las carreteras. La naturaleza se muestra imponente una vez más en Catalunya, recordando la importancia de respetar su fuerza.
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