Un hombre de 58 años sorprendió a un grupo de científicos al buscar respuestas sobre por qué veía rostros distorsionados y demoníacos. A pesar de las deformidades faciales que experimentaba, el paciente aún podía reconocer a las personas. Los expertos identificaron la enfermedad detrás de estas distorsiones como ‘prosopometamorfopsia’ o PMO, una afección poco común con menos de 100 casos documentados desde 1904.
La causa de la PMO está relacionada con la neurociencia y la forma en que el paciente interpreta las imágenes que sus ojos captan. Los síntomas y la duración de la enfermedad pueden variar de un paciente a otro, y los investigadores realizaron pruebas para comprender cómo este hombre percibía los rostros distorsionados.
Lo más sorprendente fue que el paciente podía ver los rostros demoníacos en persona, pero no en una pantalla, lo que permitió a los investigadores realizar cambios precisos en la imagen. Esta peculiaridad proporcionó nueva información sobre la percepción visual y la capacidad del cerebro para interpretar las señales visuales.
Aunque la PMO sigue siendo un misterio para la comunidad médica, este caso único ha arrojado luz sobre la complejidad de la percepción humana. Los científicos continúan investigando para comprender mejor esta extraña enfermedad y encontrar posibles tratamientos para aquellos que la padecen.
