El fotógrafo Carlos González, de regreso de un emocionante safari en el Masai Mara en Kenia, compartió con América Deportiva un encuentro especial que vivió durante su expedición. Mientras exploraba la sabana africana, tuvo la suerte de presenciar un momento único: la luna se alzaba majestuosa en el horizonte, creando un escenario mágico junto a una solitaria jirafa.
Para capturar esta emotiva escena, González utilizó un objetivo de 600 mm, logrando una composición atractiva que destacaba la silueta de la jirafa contra el cielo nocturno. Con una configuración técnica de ISO 3200, f/4 y una velocidad de obturación de 1/50 seg en su cámara réflex full frame, el fotógrafo demostró su habilidad al momento de reaccionar rápidamente y ajustar los parámetros necesarios para obtener la imagen deseada.
Además, González utilizó un bean-bag para estabilizar la cámara en el momento crucial en que la jirafa se detuvo, permitiéndole enfocar con precisión y capturar el instante perfecto. Ajustando el diafragma a f4 y el enfoque en la majestuosa jirafa, el fotógrafo logró un resultado verdaderamente mágico al combinar la presencia de la luna, la jirafa y las luces del atardecer en una sola toma.
Esta experiencia demuestra la importancia de tener no solo el equipo adecuado, sino también la destreza técnica y la capacidad de reacción necesarias para capturar momentos únicos en la naturaleza. Gracias al talento y la pasión de fotógrafos como Carlos González, podemos disfrutar de la belleza y la magia de la vida salvaje en su máxima expresión. ¡Una imagen que sin duda perdurará en la memoria de quienes la contemplen!
