Matteo Messina Denaro, ex capo de la mafia Cosa Nostra, se encuentra en estado de coma irreversible en el hospital de L’Aquila. Los médicos decidieron suspender su alimentación este sábado, debido a su delicado estado de salud. Desde el pasado 12 de septiembre, a Messina Denaro se le retiró el tratamiento médico y solo se le aplica una terapia paliativa.
El mafioso, de 61 años de edad, padece cáncer de colon desde hace tres años. Después de ser arrestado en enero de este año, tras 30 años como fugitivo, su salud se ha deteriorado significativamente. Por esta razón, fue trasladado a la unidad para presos del hospital de L’Aquila.
Una vez ingresado en el hospital, Messina Denaro decidió tomar una difícil decisión. Ha dejado un «testamento biológico» en el que solicita que no se prolongue su vida a través de tratamientos médicos agresivos o el uso de maquinaria. Ha optado por recibir solo cuidados paliativos para hacer más llevadero su estado de salud.
La situación ha generado gran controversia y debate en Italia, especialmente en la comunidad judicial y entre los expertos en ética y derechos humanos. Algunos defienden que, aún siendo un criminal, Messina Denaro debería tener el derecho a recibir todos los tratamientos médicos disponibles con el objetivo de prolongar su vida, mientras que otros argumentan que su solicitud debe ser respetada y se debe priorizar su comodidad y calidad de vida en esta etapa final.
El caso de Matteo Messina Denaro ha sido uno de los más emblemáticos en la lucha contra la mafia italiana. Su arresto después de décadas como prófugo ha sido considerado un gran logro por parte de las autoridades. Sin embargo, su estado de salud actual ha generado un nuevo debate en torno a los derechos de los criminales y el trato que deben recibir en situaciones extremas.
A medida que su estado de coma irreversible continúa, el ex capo de la mafia Cosa Nostra se mantiene bajo constante vigilancia médica. Su caso seguirá siendo objeto de atención y análisis en los próximos días, mientras el país reflexiona sobre el delicado equilibrio entre la justicia y los derechos humanos.
